Para la Paz todo

                              Para la Paz Todo                   

10 propuestas para reflexionar y compartir




Construimos la Paz pensando en nosotros y en los demás equilibradamente, y actuando desde:

Mis pensamientos positivos: “Todos nuestros sentimientos, creencias y conocimientos se basan en nuestros pensamientos internos, tanto consciente como inconsciente.  Podemos ser positivos o negativos, entusiastas o indiferentes, activos o pasivos. Vivimos en un mundo con un promedio de 80% de pensamientos negativos, pero estamos capacitados para modificar esto y trabajar para desarrollar pensamientos positivos”. Además, “un minuto en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas”, dice el Dr. Mario Alonso Puig. Es tiempo de pacificar nuestra mente.

Mi escucha atenta: una escucha que refleje nuestro estado emocional por el cual tenemos la certeza mutua de habernos comprendido, una escucha que valida o acepta lo que escuchamos aunque no estemos de acuerdo.

Mis palabras armoniosas: podemos sanar nuestro lenguaje para construir una Paz positiva desde la palabra. Desarrollar una plasticidad interior para transformar y hasta sublimar los sentimientos más agresivos y negativos y evolucionar en nuestra comunicación.

Mis acciones constructivas: toda suerte de encuentros, cursos, talleres, acuerdos, leyes, se suman en esta propuesta. Hay muy buenos ejemplos de cómo es posible pensar en forma práctica la paz. El encuentro del Papa Fancisco en Jerusalem con líderes de otras confesiones, el rugby en manos de Nelson Mandela, la West-Eastern Divan Orchestra, creada por Daniel Barenboim y Edward Said con músicos israelíes y palestinos, la "Bandera de la Paz" que entregan Mil Milenios, el trabajo de cientos de organizaciones civiles como el Consejo de Paz de la R.A., y muchos otros.

Mi decisión para perdonar y  Mi esfuerzo para reconciliar: “El Perdón es un salto evolutivo, un giro neuronal hacia la compasión, hacia la confianza en el otro que nos ha ofendido. Ha llegado la hora del Perdón y la Reconciliación, la hora de volver a lo esencial. El siglo XXI será el de la Convivencia, el de volver a “ser dones”, a expresar la divinidad que hay dentro nuestro y ser cocreadores de un mundo nuevo”. (Leonel Narváez.  Sacerdote, filósofo, y sociólogo colombiano).

Mi voluntad para hacer el Bien: “La base de un cerebro sano es la bondad”, dice  el Dr. Richard Davison. “Una mente en calma puede producir bienestar en cualquier tipo de situación. Y cuando desde la neurociencia me dediqué a investigar las bases de las emociones, me sorprendió ver cómo las estructuras del cerebro pueden cambiar en tan sólo dos horas”. “No hay mayor beneficio social para todos que la magnitud cooperativa, que se nutre de la bondad y la ética”.

Mi moderación antes de hablar y actuar: La moderación es un valor muy importante que implica no excederse en las cosas, mantener siempre el equilibrio y vivir con bienestar. En este sentido, se relaciona con la sobriedad y la estabilidad de las costumbres y la formación de conductas estables.

Mi respeto y comprensión de la diversidad: somos únicos, irrepetibles y al mismo tiempo, destinados a convivir en un planeta redondo, por lo cual es imposible, metafóricamente como decía Kant, alejarnos. Debemos comprender, aceptar y cumplir las leyes que nos hacen iguales y educarnos para la equidad, ecuanimidad, justicia, y equilibrio de derechos y responsabilidades.

Mi gratitud a la Vida: elegir y cuidar la vida, siempre.

Gandhi nos enseñó que: “La paz es el camino”. Pues bien, cuando actuamos, elegimos entre “qué debo hacer” (moral) ó “qué elijo hacer (ética).

La ética es la vida con los otros. 

La convivencia se da cuando nos ponemos cada uno en el lugar del otro.

Cuando actuamos el Bien, que son los valores puestos en común, promovemos el Bien Común.

Cuando el Bien es el de todos, entonces se construye la Paz.

 Porque “La Paz es un derecho y una responsabilidad de todos”.

Tenemos todas las posibilidades para convivir en Paz y están en nuestras manos.

Disponemos de herramientas, técnicas, conocimientos y  recursos para aprender a resolver nuestros conflictos en forma eficaz y positiva, y podemos crear tantos más.

Están al alcance de todos nosotros, todos los días y toda la vida, desde la infancia y hasta el último día.

Aunque a veces parezca un tema complejo, y en desventaja frente a la visibilidad y difusión de las conductas violentas y agresivas, la convivencia en paz es absolutamente un hecho posible, tan elocuente como que hasta ahora y a pesar de los pronósticos y todos los intentos, la humanidad sigue en pie, generación tras generación.

 Así pues, animémonos a adentrarnos en el mundo de lo bueno y lo posible.

 Y elijamos: ¡Para la Paz Todo!

 María Marta Hall

Directora

De la Convivencia a la Paz

 


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